Pedro Pobrado, irrumpió en la misa preso de un pánico terrible. Se acercó tambaleante hasta el Padre Mindre y agarrándoselo a la estola se hincó de rodillas frente al sacerdote. Balbuceando pidió el perdón de sus pecados . El sacerdote, incrédulo le preguntó el por qué de esa necesidad de perdón tan urgente y el arriero, temblando, le contestó que el fin del mundo había llegado y el ángel de la advertencia que lo confirmaba estaba sobrevolando en ese mismo instante los alrededores de la pequeña población de Boltaña. El religioso ante semejantes palabras disolvió a los feligreses allí presentes y se dirigió hacia el cementerio junto algunos curiosos. Una vez allí no dio pábulo a lo que veían sus ojos. Desde el norte, a poco más de un kilómetro la imagen de una mujer con una especie de camisón blanco avanzaba lentamente por los aires. Poco a poco avanzó hasta la vertical de la iglesia y sin que se viera otro movimiento exceptuando el de la tela al moverse por el efecto del viento, avanzó en dirección Sur alejándose poco a poco y dejando a los testigos con el corazón encogido en aquel no tan lejano Jueves 1 de Junio de 1905.

Aquella no fue la única vez que dicha aparición rompería la tranquilidad de aquel pueblecito de Huesca. Pero vayamos por partes. ¿De dónde surge esta historia? La primera referencia que encontré y de donde supe de ella fue en el libro de Ken Gerhard » Encounters With Flying Humanoids: Mothman, Manbirds, Gargoyles and Other Winged Beasts» (Encuentros con humanoides voladores: Monthman, hombres pájaro, gárgolas y otras bestias voladoras). En este libro se citaba muy de pasada, este encuentro ocurrido en España a comienzos del siglo XX, aunque siendo sincero reconozco que nunca lo había escuchado. Con una mini referencia bibliográfica y como siempre movido por la curiosidad me dispuse a echar un vistazo dispuesto a encontrar la fuente original de dicha información.

Ken Gerhard comentaba que aparecía por primera vez en un artículo publicado en The Indianapolis Star Sun el 25 de Noviembre de 1905, cosa que me extrañó siendo esta una historia genuina-mente patria así que lo primero que intenté fue una rápida búsqueda en la hemeroteca online de la biblioteca nacional por ver si existía alguna referencia a tan peculiar acontecimiento. La consulta, tras varios intentos resultó infructuosa así que acudí a hemerotecas extranjeras. Tras dar con el ejemplar en cuestión cual no sería mí sorpresa cuando dicho artículo no aparecía por ninguna parte. Revisé cada una de las páginas pero el artículo seguía sin aparecer así que todo apuntaba que los datos habían sido un copiado y pegado de otros refritos sobre el tema y como era habitual sin contrastar. No sé si llamarle corazonada o simple curiosidad lo cierto es que me fijé en el nombre del periódico. The Indianapolis Star Sun, el cual debería haber sido publicado en Domingo sin embargo comprobé que la fecha del ejemplar en cuestión pertenecía a un sábado, así que consultando de nuevo en la hemeroteca y en la publicación del día 26 de Noviembre de 1905 por fín encontré el artículo original. Pletórico por mi pequeño hallazgo me disponía a leer el breve cuando pensé en que quizás apareciera en algún otro periódico. Y así era. De hecho el primer artículo que había encontrado resultó ser un refrito (literalmente un copy paste de la época)incompleto de otro artículo publicado el 12 de Noviembre de 1905. The Chicago Tribune publicaba a media página los extraordinarios acontecimientos que habían acontecido ese mismo año en un pequeño y hasta entonces desconocido pueblecito de la provincia de Huesca.
Los hechos (según aparecen en el artículo del The Chicago Tribune).
Tras esa primera aparición el viernes 18 de Junio de 1905 a eso de las 20:00 horas unos pastores situados al sur del pueblo ven a la misteriosa figura que se acerca desde el norte a unos cientos de metros sobre el suelo. Los hombres asustados acuden a la población y cuando llegan a esta ven como la figura se desplaza por encima de las copas de los árboles en las colinas al Norte con dirección Sur Sureste. Aunque los testimonios de esta segunda aparición eran confusos había gente que aseguraba haber escuchado música celestial.
Tres días después (sábado 21 de Junio de 1905 según la publicación) justo antes del anochecer se produciría una nueva aparición esta vez con no más de 15 testigos incluidos dos padres Jesuitas. La agitación es tal que supuestamente llegan a Madrid los ecos de estos sucesos.
El martes 20 de Junio por la mañana la siniestra figura aparecería de nuevo en los cielos volando en contra del viento que soplaba desde el sureste ese día siendo testigos del prodigio dos ingleses de nombres Ben Carniff y Ralph Allison que andaban recorriendo en esas fechas el país. Carniff usa unos prismáticos una vez la figura les había sobrepasado apreciando lo que parecía un calzado a través de los ropajes que se movían con el viento.
Mientras que la población local asumía que la aparición era el presagio de alguna desgracia los dos ingleses creyendo , pero sin explicación aparente, que se trataba de un engaño peinaron durante al menos 3 días varias millas en rededor de la población pero no encontraron nada que despejara el enigma. Las poblaciones al norte cercanas al Boltaña en unos 3Km no parecían a ver visto nada inusual y apenas a un km al Sur ocurría lo mismo. Pese a que buscaron incluso en las estribaciones de la Sierra de Guara donde la aparición parecía desaparecer no hallaron nada, así que al regresar el pueblo la tarde del domingo 25 de Junio se sorprendieron cuando apenas dos horas antes, la misteriosa valkiria se había dejado de ver de nuevo en los cielos de Boltaña.
Aunque Allinson creía en la posibilidad de que el «angel» fuera fruto de algún efecto óptico producido por la inflexión de la luz lo cierto es que su teoría se desmoronaba cuando en tres de los cinco días en que se vió a la mujer voladora el día había sido despejado. Por otra parte su compañero Carniff aseguró que él no podía haber sido engañado por sus prismáticos.
«Y la asistencia a la iglesia se ha triplicado»
La investigación
Había varias datos que no me cuadraban del artículo original. Lo más obvio era el nombre, Voltana. Voltana existe como una población italiana pero no como un pueblo de España pero si nos guiamos por la pronunciación y por la proximidad a la región que tan detalladamente se describe es muy posible que el lugar del que hablan se trate de Boltaña. Boltaña se encuentra en las inmediaciones de la Sierra de Guara y el Monte Perdido tal y como se detallaba en el escrito. También cuanta con un par de ermitas (una de ellas en cuesta justo debajo del castillo (hermita de Santa Lucía) del siglo XI y conocido por su historia brujeril tal como se describe en la fuente original), así como una iglesia.

Por otro lado la cronología de las apariciones tampoco era clara en la forma en la que el artículo se refería a ellas e incluso el orden entre la tercera y cuarta aparición parece incorrecta. Así que acudiendo de nuevo al calendario de 1905 calculé los días de las apariciones dejando la siguiente tabla.


También me pareció extraño que un acontecimiento como ese no apareciera en ningún diario así que me hice un listado de los posibles periódicos de la época en esa zona para intentar localizar alguna información más en profundidad. Según se contaba la noticia había viajado desde la propia Boltaña hasta un municipio más cercano como era Barbastro y de ahí a Madrid. El salto de estas apariciones a países de habla inglesa (concretamente Inglaterra) se le debe al informe de un minero inglés que se encontraba en esa región. Existen yacimientos por esa región con lo cual es un dato bastante plausible. Desafortunadamente no existe ningún tipo de información acerca de dicho informe ni donde se publico para poder seguir le la pista.
Otra cuestión que me llamó la atención fue la descripción que se daba en el artículo en cuanto número de «almas» que habitaban Boltaña en el momento de las apariciones, unas 450 almas para el artículo y si consultamos datos censales de la época nos encontramos con una cifra bastante superior, entre 1379 y 1346 para los datos demográficos.

Si estas ya de por sí estas informaciones resultan confusas y contradictorias la falta de datos tales como el nombre de la iglesia o lugar donde se estaba celebrando la misa resulta también frustrante. Por otra parte identificar la existenca real de algunos de los personajes citados ayudaría a verificar la existencia real de esta increíble historia. Y como dice el dicho, un viaje comienza con un solo paso así que demos ese paso y continuemos con la aventura.
Dicen que las casualidades no existen es por ello que no debía de asombrarme que mientras planificaba la idea de realizar un viaje express Madrid – Boltaña surgiera la oportunidad cuando un amigo que vivía en Zaragoza me invitó a su casa pasar unos días con él. Otra de esas casualidades imposibles ocurrió durante la presentación de un libro de José Miguel Gaona donde coincidí con Javier Pérez Campos y hablando sobre el caso resultaba que había hablado sobre él con Iker Jiménez hacía pocos días. Lo dicho, coincidencias(¿?)

Al caso es que tras unos breve pero intensos preparativos y con mi campamento base en Zaragoza me dirigí hacia la población de Boltaña que está a unas dos horas aproximadamente. Mí plan era el de en primer lugar acudir a el puesto de información del lugar (es una zona muy conocida para hacer rutas andando) pero en una de esos contratiempos que aveces ocurren, mientras en la web se decía que estaba abierta todo los días el día que acudí yo no era así. Así que sin poder cumplir mi primer objetivo me dispuse a pasear por el pueblo para «aclimatarme» al lugar y comenzar las pesquisas.

Mí primera parada fue una librería que encontré al caminar hacia la plaza de la iglesia. Allí, junto a la caja una serie de libros sobre leyendas y mitos de aragón descansaban sobre una estantería. Uno cuyo título me hizo rápidamente posar mis ojos sobre él se titulaba «Historias y Leyendas de los Castillos de Aragón» de los autores José Antnio Adell y Celedonio García. Y aunque el libro (el cual no pude no comprar) no me proporcionaba ninguna una información relevante para mí investigación me dio pié para charlar sobre el caso con la dependienta que me ofreció un contacto con la editorial pirineum, la cual editaba una especie de anuarios antiguos de la región. Dándole las gracias continué hacia el centro del pueblo. En la plaza de la iglesia una venerable pareja de ancianos caminaba lentamente a la luz del sol de casi medio día. Normalmente cuando estos sucesos han ocurrido hace tanto tiempo lo más práctico es acudir a las personas mayores que curiosamente suelen tener sus recuerdos sobre cosa antiguas mucho más frescos de lo que nosotros pensamos. Con una amabilidad exquisita atendieron pacientemente mis preguntas y es que aunque si es cierto que habían escuchado historias sobre brujas (sobre todo referidas a lo que es el castillo) no conocían la historia en concreto. Tras darles las gracias y un poco desanimado me dispuse a buscar la biblioteca del pueblo.

Pero ese día no debía de ser mí día de suerte porque también la hallé cerrada. Pero aprovechando el camino me cruce con dos vecinas que conversaban la una en la calle y la otra desde su balcón. Muchas veces me planteo la cara que deben de poner las personas cuando un desconocido llega y comienza a preguntar por temas tan peculiares como los que me suelen interesar. Aunque he de decir que lo que me sorprende es que la gran mayoría de las personas siempre intenta ayudarte y quien sabe también consigo despertar su curiosidad. Por desgracia, al igual que ocurrió con la pareja de ancianos desconocían la historia.
Antes de visitar el castillo y de intentar localizar la hermita donde presumiblemente se celebraba la misa en el momento de la primera aparición decidí que no perdía nada en ir al ayuntamiento por si tuvieran un censo de personas para verificar la existencia de un tal Pedro Pobrado, lo cual demostraría que la historia tenía visos de ser real. En el ayuntamiento una funcionaria de la cual no recuerdo el nombre (espero sepa disculparme) me aclaró un dato que venía aún más a enturbiar la investigación y es que todos los datos sobre censos y demás papeles pertenecientes a esa época habían sido quemados durante la guerra civil.
Con la promesa de que si localizaban algún tipo de dato me mandarían un email, me encaminé de nuevo hacia la plaza de la iglesia. Me quedé un rato sentado frente a ella mientras meditaba cual sería el siguiente paso. ¿Sería esa la iglesia donde Pedro irrumpió en la misa? Yo creo que no. Aquella iglesia de San Pedro se encontraba en el corazón mismo de la población mientras que la que se describía en el artículo se encontraba en la ladera por encima del pueblo, siendo la hermita de Sta Lucía la que más se acomoda a estas características. Quizás hubiera algún tipo de registro en la propia iglesia que hablara u hiciera referencia sobre tan misterioso acontecimiento. Incluso podría haber algún documento que confirmara de la existencia de un párroco de nombre Mindre. La puerta del mismo templo se encontraba cerrada pero un pequeño cartel adjuntaba un teléfono de contacto para poder hablar con el párroco de la diócesis. Ni corto ni perezoso marqué el número y el sacerdote aunque no acudiría hasta la hora de comer aceptó ayudarme en mí búsqueda.

Como aún quedaban un par de horas, aprovecharía para seguir preguntando e ir a investigar a la hermita y a las ruinas del castillo. El acceso al mismo se encontraba bien señalizado y tras un breve paseo vislumbré el rostro de una escultura de Jesús que en piedra y sobre una peana observaba el paisaje.

Cerca, a sus pies, una pequeña capilla se levantaba. Un poco más arriba se podían ver las ruinas del castillo así que casi quedé convencido que aquel era el lugar adecuado. Desde una pequeña balconada en la parte trasera de la ermita contemplé el paisaje y vi varias peñas en dirección Norte de donde perfectamente podría haber aparecido la misteriosa mujer voladora. Al otro lado a lo lejos, pude ver varias ovejas que pastaban tranquilamente a la orilla del río. Aquello también me cuadró con lo narrado en la historia y los pastores que fueron testigos del prodigio. Permanecí en silencio a la sombra del Cristo mientras en mí mente revivía la escena. La sugestión, la soledad que reinaba en ese momento hicieron que me levantara y caminara de nuevo al balcón. y miraseMiré en dirección a dos montañas que se recortaban en el horizonte y con el bello de los brazos erizado, me quedé esperando unos minutos como si la figura de la mujer voladora fuera a volver a aparecer erigiéndose en el horizonte.

Por desgracia o por fortuna nada ocurrió, pero si me hizo reflexionar sobre el impacto sobre esas gentes de aquel tiempo que hubo de tener semejante estampa.

Aprovechando lo cerca que estaba la fortaleza y conociendo su fama brujeríl no quise perder la oportunidad de visitar las ruinas de este castillo del siglo XI que si bien había conocido tiempos mejores aún guardaba parte de esa fuerza y majestad que suelen guardar estos enclaves.

Paseando entre sus restos varios carteles explicativos narraban la historia de la fortaleza, construida en tiempos de Sancho III el Mayor contra los razzias musulmanes. Apenas un siglo después, en el siglo XII comenzó su declive. Luego sería reformado en el siglo XIII y Siglo XIV f para finalmente ser abandonado entre el siglo XVII y XVIII. Al ser un lugar apartado del pueblo es normal que historias sobre aquellarres corrieran por la zona.


Atravesando el Muro Este y cruzando las ruinas interiores subí hasta lo que quedaba de la torre situada en la zona más alta del cerro donde se asentaba y ofreciendo una vista privilegiada del paisaje. En el medio de la torre un pequeño hueco permitía conducir el agua de lluvia hacia un aljibe en una planta inferior. Mientras que la mayoría de los letreros informativos metálicos se encontraban en un estado más o menos aceptable resultaba peculiar que la sección dedicada a las brujas hubiera desaparecido, dejando a la vista la plancha metálica que lo contenía. Muy curioso.

Permanecí allí un buen rato oteando de nuevo el horizonte y disparando mí cámara para documentar el lugar.

La hora de la comida ya casi había llegado así que comencé mí descenso hacía el pueblo con más fe que esperanza de hallar alguna nueva pista que me llevara a autentificar la historia.
El párroco me saludó desde una casa cercana a la iglesia. Allí, nada más entrar en la vivienda a la izquierda me hizo sentarme en su pequeño despacho. Tras comentarle el motivo de mi visita se prestó a mirar en los pocos documentos que tenían en su poder. Tal y cómo me había comentado la funcionaria del ayuntamiento la mayoría de los papeles pertenecientes a la iglesia habían sido quemados durante la guerra civíl . Junto la archivera, consultamos viejos legajos pero todos ellos pertenecían a lugares diferentes a Boltaña y de épocas que no coincidían con el arco de fechas que andaba buscando. Tras agradecerles su ayuda y algo frustrado acudí al juzgado por si existía una partida de fallecimiento de Pedro Pobrado pero sin un año en concreto la búsqueda no era viable y no podían ayudarme así que finalmente tras un nuevo paseo por el pueblo decidí volver al campamento base e intentar hacer más averiguaciones.
Ya frente al ordenador me puse en contacto con la editorial Pirineum, y aunque se mostraron muy colaboradores no disponían de anuario ni documentación referente al año ( que yo ya empezaba a considerar maldito) de 1905. No obstante me dio una nueva pista referenciándome un diario que se publicaba desde 1903 «El cruzado aragonés». Su directora Lolo Sampedro se mostró igualmente de amable y encantada en ayudarme cuando me puse en contacto con ella pero de nuevo las miserias de la guerra civíl y la quema de documentos hacían mella en esta investigación.
También pensé en preguntar a investigadores de la zona por si habían oido alguna vez de la historia así que me puse en contacto con José Antonio Adell y Celedonio García, autores de entre otros libros:
-Historias y leyendas de los castillos de Aragón (el libro que adquirí en Boltaña)
-Brujos, demonios, encantarias y otros seres mágicos de aragón
-Leyendas misteriosas de Aragón
-El país de Adell y García un viaje insólito por aragón
-Otros Bandoleros aragoneses
Curiosamente tampoco supieron darme razón de la existencia de tan esquiva historia.
También las indagaciones en la diócesis de Balbastro han resultado infructuosas dejando esta historia en un limbo entre el mito, la leyenda y la realidad.
No quiero terminar este artículo sin hablar brevemente de este pueblo de Boltaña que cuenta en su historía con pasajes tan interesantes como un incendio en una casa apagado lanzando un relicario milagroso a su interior, apariciones demoniacas y por su puesto brujas y brujos juzgados durante el siglo XVII. Y es que detrás de cada pequeña historia, basta con tirar un poco del hilo para encontrarse con historias más y más interesantes. Y es que lo importante muchas veces no es llegar a una conclusión, una verdad, si no disfrutar de lo apasionante del camino y del enriquecimiento personal. Sigo sin tener claro que la Valkiria de Boltaña fuera un hecho real, si el padre Mindre ni siquiera existió o sí los misteriosos ingleses realmente pisaron alguna vez aquellas tierras pero lo que sí sé es que una pequeña frase , una pequeña nota a pié de página siempre puede llevarte a una nueva aventura.
Si algún amable lector tuviera algún tipo de dato el email de noticias del misterio siempre está abierto para cualquier nueva pista. noticiasdelmisterio@gmail.com
ACTUALIZACIÓN 14 de septiembre de 2016:
E-mail del Obispado de Barbastro Monzón acerca de mí consulta sobre el nombre del párroco de Boltaña en 1905:
«Según la correspondencia conservada en el Archivo Diocesano de Barbastro – Monzón, el párroco de Boltaña desde finales del siglo XIX hasta 1920 era Ramón Sauchón.
Sobre el Padre Mindre, confirmarle que no aparece en la nómina de canónigos de Boltaña de 1904 ni en las comunicaciones del obispado con las parroquias del arciprestazgo de Boltaña en las fechas cercanas a 1905.»
Según esta información parece que la historia pierde un pilar importante en cuanto veracidad de la misma. No obstante se trata de una investigación abierta. Seguiré indagando por si aparece algún nuevo dato revelador.
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