El emperador chino Qin Shi Huang (221-207 a.C.) es conocido principalmente por tres motivos. Fue el precursor de la actual gran muralla china (sólo durante su mandato se estimó que dos millones de personas fallecieron en su construcción). Mandó erejir en la actual provincia china de Shaanxi uno de los mayores y enigmáticos mausoleos de todos los tiempos donde custodiado por el famoso ejército de terracota reposan sus restos. Y por último, por ser la persona que consiguió unificar toda china en un único gobierno combirtiendolo en el primer emperador de china. ¿Pero cómo lo hizo? Los arqueólogos que trabajan en su tumba creen haberlo averiguado.

Sin duda, para poder ganar las batallas es necesario tener no sólo hombres, si no elementos estratégicos que ofrezcan ventaja. Y que mayor ventaja que un tipo de arma distinto a los conocidos anteriormente. Los arqueólogos han hayado una serie de ballestas de gran tamaño y con más de 2000 años de antigüedad. La mayor de ellas mide 1,3 metros de cuerda y 1,45 metros de arco. En la cuerda había una superficie plana que en vez de tela estaría hecha con tendón de animales. Las piezas del disparador estarían hechas de bronce y su rango de acción era de hasta 800 metros. Junto a estas armas se se solían hayar una pareja de palos que supuestamente servirían para su transporte. También una serie de agujeros equis distantes entre ellos servirían para sostener la ballesta cuando esta no se usaba tal y como ha declarado a ChinaDaily Shen Maosheng, jefe del equipo arqueológico.
«Cuando desenterramos los palos, encontramos tres agujeros equidistantes entre sí y concluimos que probablemente eran utilizados para colgar cuerdas que sujetaban las ballestas cuando no estaban en uso[…]Fue una gran manera de mantener el arco y la cadena en forma y así mantener su poder en el largo plazo. «
Según los especialistas fue gracias a esta arma que Qin pudo ganar muchas de sus batallas y expandir su imperio tan rápido. Los enemigos morían mucho antes de poder llegar hasta sus tropas.

Qin Shi Huang también estuvo interesado en las artes mágicas. De hecho murió en uno de sus viajes mientras intentaba localizar las legendarias islas de los inmortales (más allá de la costa este) buscando el elixir de la vida eterna. Toda una paradoja.

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