
Los desarrollos innovadores son un negocio muy jugoso para el espionaje industrial y más si se tiene en cuenta que el producto desarrollado podría revolucionar por completo el mercado textil. En estos casos, la protección de la tecnología es vital. Es por ello que la empresa BeBop Sensors hubicada en Berkely, California, ha tenido mucho cuidado en mantener sus patentes a salvo de ojos indiscretos.
Lo que esta empresa ha conseguido es un hito. Ha conseguido implementar cientos de sensores en una pieza de tela que en realidad no lo es. Es una sofisticada e intrincada red de sensores que recogen información de todo tipo mostrando mapas en 3D de presión, curva, la ubicación, la rotación, el ángulo y la torsión.

Las aplicaciones son infinitas para esta innovadora tecnología y la empresa que la ha desarrollado ofrece todo tipo de paquetes de desarrollo para que empresas que deseen aplicar su tecnología puedan adaptarlas a sus productos. ¿Pero que aplicaciones podría tener? Múltiples.
Se podría contestar una llamada de teléfono, regular el volumen del reproductor tan sólo con un gesto en la manga de la camisa. Medir la presión del píe, posición o cientos de datos que podrían mejorar tratamientos e incluso entrenamientos en deportistas. Los sensores que han desarrollado se implementan de tal forma en la tele que virtualmente parece una tela normal cuando en realidad sería un tejido inteligente que detecta la fuerza, la ubicación, el tamaño, el peso, la forma, el movimiento y la presencia a través de cualquier tamaño, la resolución y la geometría.

Keith McMillen fundador de BeBop Sensores, Inc. Trabajó durante seis años en el desarrollo de sensores de telas inteligentes para su empresa de instrumentos musicales, Keith McMillen Instruments (KMI) tal y cómo se dice en su página web. Son más de 100 empresas las que están interesadas en su invento que abre las puertas al desarrollo de una nueva forma de entender la ropa. BeBop pone las herramientas pero son las empresas las que desarrollarán los productos del futuro. Quizás llegue el día en la que una chaqueta pueda salvarte la vida. El futuro, ya está aquí y es ahora.
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