Baby X juega, aprende e imita como cualquier bebé haría. Pero Baby X es diferente. No tiene pulso, ni corazón. Ni siquiera tiene un cuerpo físico. Baby X es un bebé que habita en un mundo virtual. ¿Pero qué o quién es Baby X?
Para averiguarlo tenemos que ir hasta el Auckland Bioengineering Institute Laboratory for Animate Technologies en Nueva Zelanda. En este laboratorio es donde se desarrolla a Baby X un software de animación interactiva que se nutre de modelos computacionales basados en sistemas neuronales básicos para, en este caso, imitar el comportamiento de un bebé. Pero no solo son comportamientos prefijados en los que se basa, si no que también através de por ejemplo la simulación algorítmica de reacciones químicas del cerebro (liberación de dopamina o aumento de niveles de oxitocina) se está consiguiendo que el bebe «aprenda» comportamientos nuevos.
BabyX v3.0 Interactive Simulation from Lab for Animate Technologies on Vimeo.
Baby X reacciona a los estímulos que detecta tanto visuales como sonoros y el software los procesa creando una reacción en el modelo tridimensional en tiempo real. Pero este proyecto va más allá, ya que también se están desarrollando modelos interactivos de sistemas neuronales y neuroanatomía que permiten visualizar los procesos internos generados por las estimulaciones.
En la actualidad el proyecto trabaja en la capacidad de Baby X de leer en voz alta palabras sencillas e identificar objetos con dichas palabras. Esto es, el poder de abstracción. Un hito importante para el avance dentro de la interacción con las inteligencias artificiales. Habrá que estar atento al desarrollo de este proyecto que se encuentra en la versión 3.0 de su desarrollo.
Imagen e información Vía
Debe estar conectado para enviar un comentario.